Teodoro Mijares era un joven aficionado a la ingeniería que ansiaba encontrar una oportunidad que le permitiera desarrollarse como inventor. Sin embargo, la suerte no parecía querer echarle una mano: encasillado en trabajos precarios y atosigado por una relación sentimental que no atravesaba su mejor momento, Teo veía cómo sus aspiraciones se iban convirtiendo poco a poco en un sueño inalcanzable.
Un día, mientras paseaba, fue testigo de cómo un hombre estaba siendo agredido y decidió intervenir. Lo que nunca imaginó fue que aquel gesto lo acabaría envolviendo en una oscura trama de conspiraciones e intereses ocultos que darían un giro a su vida para siempre.
